Acá estoy, sentanda e intentado sacar la mugre que está tan pegada, que parece parte de mi esencia. Intento rasparla, enjabonarla, enjuagarla..y sigue ahí adherida, asimilada. Quizás tenga que aprender a convivir con ella en vez de tratar de limpiarla. Quizás hay cosas que no puedo cambiar. Quizás nací con ella y no como imagino, la fui adquiriendo con los años.
Y de nuevo raspo, raspo...nada. Sigue ahí y me recuerda mi mediocridad, mis límites.
Disfrazada a veces de buenas intenciones subyace acechándome.
Me asusta, me domina...y raspo y raspo.
12 comentarios:
..efectivamente nuestras "malas costumbres, nuestros "malos momentos" son producto de un acumulo de cosas por las que hemos pasado, borrarlos es imposible, y sí, nos muestran esa parte más repugnante, o por lo menos para nosotros que las entendemos como nuestros vicios, pero al final y al acabo eso somos. Y como dicen por mi tierra: "no soy monedita di oro, pa caerle bien a todos..."
Nada que raspar. Somos un combo agridulce que no deja de tener su encanto.
Beso.
"Cuando la felicidad nos sale al paso nunca lleva el hábito con que nosotros pensábamos encontrarla." decía sabiamente Macedonio Fernandez, uno de mis escritores preferidos. Nada es impoluto, por suerte. Ni la mediocridad, la suciedad ni las buenas intenciones, ni los disfraces de la felicidad... así que a raspar amiga.
Beso
qué hermosas tus fotos Mariana, gusto en conocer el blog, te mando un abrazo.
Que linda frase de Macedonio mujer!! Un groso con todas las letras..
Asi es gente.. la suciedad también le pone la pimienta necesaria a esta vida, que sin ella, nos pasaría lenta y tediosamente...
Nippur: muchas gracias!!! y bienvenido
hola!
te invito a que pases por mi casa
dejare la puerta entreabierta..
te dejo un fuerte abrazo!!!
gracias allek...ahora me doy una vuelta por ahi.
Saludos!
No siempre la suciedad refleja la autenticidad de una persona... aunque a veces la refleja.
Seamos autenticos y que nos acepten como somos.
Besos.
AMÉN!
Yo, como tú, soy un mugroso. Y le he agarrado total gusto. A veces le raspo, me rasco y, acto seguido, me huelo la mano: "aquí está mi verdadera esencia", pienso.
Nietzsche, ese maldito bigotón que tanto daño me ha hecho, escribió una vez: "Las épocas de mayor esplendor de nuestras vidas son aquellas en las cuales reunimos el valor suficiente para declarar que lo malo que hay en nosotros es lo mejor de nosotros mismos".
Fuerte abrazo, Bauzá!
groso el bigoton! Entre tanta genialidad esa frase es superlativa!
Beso Trava!!
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